Los tumores óseos en la columna se dividen en:
Los tumores de columna se clasifican en benignos y malignos. Los benignos destruyen el tejido óseo normal y no tienden a invadir otros tejidos circundantes, a diferencia de las lesiones malignas, las cuales tienen el potencial de destruir otros segmentos de la columna u otros órganos a distancia, conocidas como lesiones de columna cancerosas. Todos los tumores vertebrales secundarios que se originan en un órgano distinto a la columna son considerados como malignos.
Cinco tipos de cáncer producen más de 80% de las metástasis óseas en las vértebras: cánceres mamarios, broncopulmonares, prostáticos, tiroideos y renales. El tumor primario puede permanecer desconocido en 20% de los casos.
Los tumores vertebrales pueden causar diferentes signos y síntomas, especialmente a medida que crecen los mismos. Los tumores pueden afectar la médula espinal o las raíces nerviosas, los vasos sanguíneos o los huesos de la columna vertebral.
Los signos y síntomas del tumor vertebral pueden incluir los siguientes:
Se debe solicitar una valoración con tu médico por el dolor de espalda en los siguientes casos:
Se deben de realizar numerosos estudios radiológicos y de sangre para determinar cuál es el origen del tumor, si son malignos o benignos, complementado con una biopsia de la lesión, con el objetivo de analizar y decidir cuál es la mejor opción de tratamiento integral.
Existen muchas opciones de tratamiento para los tumores vertebrales, incluidas la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, o simplemente monitorear el tumor.